El Cáliz (La Pedriza), (6 meses).

INTRODUCCIÓN

19 de Noviembre de 2016. Día maravilloso para escalar este monolito singular de nuestra amada Pedriza. A 45 minutos de Madrid. Iria tiene ya medio año, algo más de 6 meses.

Una actividad perfecta para hacer con nuestros enanos si hace buen tiempo. El lugar es muy abierto y de orientación norte, por lo que los vientos fríos de la sierra pueden azotar duramente el terreno. Sin embargo, si buscáis un día soleado en invierno, un día nublado en verano  y en primavera y otoño un día con poco viento, esta actividad será la delicia de todo montañero de menos de 3 años…

Esta vez fuimos con nuestro primo Alberto de Badalona, Luis, colega incansable escalador y alpinista, Laura y yo. Nuestra enana a la espalda en la mochila Deuter.

Iria durmiendo en una cuna de granito hecha a medida por el agua para ella hace miles de años.

Cómo llegar:

Deberéis aparcar en Canto Cochino. Aproximadamente unos 45 minutos de marcha, a buen paso. No requiere mucho esfuerzo físico, aunque es todo subida. No es fácil de encontrar a la primera. Deberéis coger el camino o ruta señalizada que va en dirección «Collado Cabrón». Tras pasar el desvío al «cancho de los muertos», y más o menos a la media hora de andar, con el collado cabrón aún lejos, tomar un desvío a la derecha (marcado con hitos), por camino poco evidente a la altura de unas zetas. Poco después aparecerá el risco y por camino evidente llegaremos al llano donde está situado. Lo mejor es que busquéis la ruta en wikiloc.

Nuestro primo Alberto de Badalona en su primera visita a La Pedriza.

Material necesario:

El normal para una escalada típica, aunque se puede hacer con una cuerda muy corta, ya que la altura es de solamente 5 o 6 metros. Hay que tener en cuenta que no se puede subir andando a este monolito, por lo que será necesario rapelar.

Nosotros volvimos por el mismo sitio, aunque si os gusta algo más salvaje, podéis atravesar hasta el bonito «Cancho de los muertos» por jaras horribles.

Circular de la Pedriza, (7 meses).

Ficha técnica:

Dificultad: Moderada, ya que se superan los 1.000 metros de desnivel, invierno, 4 grados bajo cero, siendo necesario estar bien físicamente ya que el camino es sobre pedrera continuamente. Unos 25 km. Dos días haciendo noche en tienda de campaña.

Material: Ropa de invierno. En esta ocasión, sólo había nieva dura a partir de 1.900 metros, pero el uso de crampones puede ser necesario en otras ocasiones. Sacos de dormir en condiciones.

9 de Diciembre de 2016. Casi se nos pasa el año sin hacer la circular pedricera. Es tradición. Esta vez, con Iria (su primera circular con 7 meses), Pako y Miri, dos amigos de Madrid que tampoco la han hecho nunca y Ángel, ingeniero industrial que poco a poco va andando cada vez más y se dio la vuelta a la altura del Tolmo.

Es importante saber montar las mochilas para poder llevar el material necesario para rutas de varios días.

Esta ruta nos encanta, personalmente este entorno me parece inigualable y me considero muy afortunado por tenerlo a escasos 45 minutos de mi casa. Es una elección perfecta para iniciaros en rutas de varios días con vuestros bebés y para afrontar retos de mayor envergadura en el futuro.

Comenzamos desde Canto cochino. Esta ruta puede hacerse de varias formas, por lo que se puede adaptar en función de los integrantes del grupo. Además, al ser circular, podéis hacerla en un sentido u otro. A la altura del Tolmo nos despedimos de Ángel, que se fue contento tras haber llegado tan lejos y tener fotos posando con el risco del pájaro detrás. Varios son los riscos que se pueden ver en esta ruta mágica, el hueso, el pájaro, el Tolmo, El torro, El Yelmo, la bola de navajuelos…, mil, y de todos ellos se puede disfrutar con vuestros hijos en una de las muchas praderas que nos encontraremos.

La pradera de Navajuelos es el típico lugar que no deja indiferente a nadie. Sitio mágico al que vamos todos los años.

Decidimos plantar las tiendas (recordad que está prohibido acampar) en una pradera alejada del camino principal entre unos bloques de rocas cerca del collado de las ventana. La niebla y la visita de un zorro nos hizo la noche. Tened cuidado con estos animales, que si bien pueden parecer amistosos, os pueden dar un disgusto, y más con vuestros hijos. Iria estaba durmiendo ya dentro de la tienda. Si están despiertos, por favor, que no se acerquen a ellos por muy amistosos que puedan parecer. Todo perfectamente, Iria pasó una noche tranquila metida en su saquito y no pasó frío ninguno, pese a que la temperatura fue de 4 grados bajo cero en el exterior. Dentro nos mantuvimos en unos 5. Si veis que tiene frío, metedla con vosotros en un saco, pero evitad sudar, sobre todo vuestro bebé…, y no le aplastéis. Cuidado con posibles ahogamientos. Que el saco sea grande y entréis más o menos bien los dos.

¿Cómo van a pasar frío los bebes con ropa así?…, ¡yo quiero uno!.

A la mañana siguiente continuamos la ruta pasando por más riscos míticos, como la esfinge, la cara de jesús, el caballito de ajedrez…, hasta que superando el ecuador del camino (Las torres), decidimos atajar y bajar por uno de los muchos caminos que sirven de ruta de escape, a través del bosque hasta el coche de nuevo en Canto Cochino.

Risco de la cara de Jesús…, no hace falta explicar más.

CONCLUSIÓN:
Inigualable ruta para los que queráis iniciaros en rutas de varios días con vuestros bebés, pero antes prefiráis hacer rutas de menor envergadura, básicamente saber cómo es eso de dormir en tienda (o hacer vivac debajo de una piedra) con vuestro bebé. Se puede hacer en un fin de semana, y si estáis fuertes, en un sólo dia.
Atención si la queréis hacer con climas «extremos». En verano fácilmente se pueden superar los 30 grados con lo que ello supone al radiar el calor en el granito pedricero, y en invierno, en días de mucho frío se pueden superar los 15 grados bajo cero con facilidad. Además, la ruta cruza varios collados donde el viento no es raro que supere los 75 km/h en días ventosos derribando árboles. En estos días desaconsejamos totalmente hacer la ruta…, obviamente.

GALERÍA DE FOTOS

Serranía de Cuenca, (1 año y 5 meses).

Hoy os ofrecemos una excursión asequible para todas las familias, visitando dos lugares míticos  de la Serranía de Cuenca.

Nacimiento del río Mundo.

Los Callejones de las Majadas.

Nosotros hicimos noche en un lugar totalmente desapercibido y desconocido con nuestra tienda de campaña, pero si se desea, hay varios hostales y hoteles por los pueblos de la zona, así como varias casas rurales. Sin duda, una excursión muy fácil, y perfecta para cualquier familia con niños que os recomendamos hacer.

Como hace poco que nos hemos sacado el carnet de conducir, era un buen momento para celebrar los 17 meses de Iria yendo en coche.

 

LA EXCURSIÓN

Salimos temprano de casa para aprovechar al máximo las horas de luz. La predicción del tiempo es algo dudosa, sobre todo para mañana que pone que llueve todo el día, pero la única manera de saberlo es ir, y ver si es verdad. Y aún así…, la lluvia nos mantiene vivos, por lo tanto, hay que darle la bienvenida y honrarla.

El nacimiento del Río Mundo es un enclave bastante bonito, que quizás se haya masificado de más, ya que hay una gran zona de Parking, además de un camino semi asfaltado para llegar al nacimiento. Esto le quita algo de encanto, aunque facilita mucho el tránsito. Sobre todo para personas con movilidad reducida. La cantidad de casas rurales, hostales, restaurantes y demás lugares de turismo, así como tiendas con «productos típicos» de la comarca ha desarrollado enormemente la zona, a mejor en un sentido y a peor en otro. (Desde nuestra manera de ver las cosas).

La ruta para llegar al nacimiento es muy corta, en apenas 45 minutos se llega. Nosotros tardamos un poco más porque este día vino un grupo muy numeroso de abueletes que metían una ruidera escandalosa, y no nos apetecía tener que enseñarle a Iria a todos, como si fuese una atracción de feria. Además, si vamos a un lugar tranquilo, es porque queremos evitar en la medida de lo posible un sitio parecido a la Gran Vía.

Iria cada día está más contenta de venir al campo y subirse a la mochila. Ya quiere ser una gran alpinista, ya que tiene que llevar los bastones de trekking, si no, se enfada. Cosas de bebés. Pues nada, se le dejan y listo. Al rato caen al suelo, y es que ya está roncando, jeje.

No había casi nada de agua, apenas caían 3 chorritos, y es que este verano no ha llovido nada de nada.

El nacimiento en sí no tiene nada (al menos en las condiciones de agua en la que nosotros nos lo encontramos), pero lo que sí mola son las chorreras que hay antes. Bien heladas harían las delicias de los escaladores en hielo, aunque esta prohibido, y bien prohibida la escalada.

Total, que nos volvimos pasando por una cueva

muy curiosa que estuvimos a nada de quedarnos a dormir.

De vuelta en el coche, cogimos y nos fuimos a un área recreativa que vimos en un cartel en una carretera alejada de la mano de Dios, que es impresionante. Área recreativa «…………». Tiene de todo, incluso unos carteles muy majos para aprender la geología, los animales, las plantas, y las aves de la región. Estuvimos aprendiendo las diferentes especies, e incluso vimos un «Trepador Azul» la mar de majo.

Plantamos la tienda dentro de este merendero, y dormimos los 3 más a gusto que un arbusto. No tardó en llover, el diluvio universal, todo lo que no había llovido este verano, llovió hoy…

Y al día siguiente pusimos rumbo a los callejones de las majadas.

No se tarda mucho, ya que por aquí está todo cerca, aunque las carreteras son un poco malillas.

El lugar es impresionante. No queríamos irnos de lo espectacular que era

Picos de Europa, (1 año y 3 meses).

Es verano, temporada de rutas. Iria con sus 15 meses, ya puede andar…, un poco. Es hora de que conozca el Urriellu, el Picu. En esta ocasión subiremos, la madre, el padre, la tía, el abuelo, y la protagonista de esta historia…

La tía Ana es nueva en el mundo del montañismo, y la verdad es que ha dado el Do de Pecho. Ignacio, el abuelo, duro donde los haya, aguanta lo que le echen. También es un poco duro de mollera, no se puede tener todo…

Al resto de los integrantes de esta excursión ya nos conocéis, Laura, la madre todo poderosa, capaz de cargar con 50 kilos, y que siempre dirá, ¡No sin mi hija!, y Luis Mansilla Mountain Leader, el padre, mula de carga.

Y como no, Iria. Recordad leer nuestras recomendaciones en las claves para vuestras rutas de senderismo, en el menú lateral izquierdo de la página principal.

LA EXCURSIÓN

13 de Agosto de 2017:

Llevamos unos días en Gijón, donde vive el abuelo de Iria, y al final por fin, nos hemos decidido para hacer la excursión.

El inicio de la excursión, «el puente de la Jaya».

Ritmo suave, pese a la insistencia del abuelo que no se puede estar quieto. Es lo que tiene ser un animal sin paciencia. Más rápido hubiéramos roto a Ana, que no está acostumbrada a andar tanto. Unos 1.500 metros de desnivel. Iria muy a gusto en su mochila bebé, un éxito.  El inicio de la ruta es el puente de la Jaya, que atraviesa el río Cares. Cruzmaos Bulnes, donde comimos nuestra comida, y de allí por la ruta de la majada de Camburero. La media ladera del final, como una hora antes de llegar al refugio Vega de Urriellu hay que lucharla, dejando a nuestra izquierda el Jou Lluengo.

La canal del Tejju

Tras alguna trepada, se llega a la base de este picacho que ya habéis visto en la foto anterior. Una mola calcárea que no deja indeferente a nadie con sus 500 metros de pura verticalidad. Una pared que cualquier escalador que se precie, ha de hacer, y que un par de meses antes ya nos hizo retroceder a mí y mi compañero de cordada mientras intentábamos escalar la vía Rabadá Navarro.

¿Qué decir de esta pradera?¿Hay algún lugar mejor para ver corretear a tus bebés? Yo sinceramente, creo que no.

El buen ambiente reina en esta zona. Nosotros plantamos la tienda en uno de los muchos vivacs que hay.

14 de Agosto de 2017:

Aquí siempre se duerme muy bien. Al día siguiente nos esperaban unos 700 metros de desnivel positivo hasta la cima del pico Santa Ana, de unos 2.600 m. Para ello debíamos atravesar varios «Jous», como el Jou sin tierra. Pero la predicción decía que había posibilidad de tormenta, ligera, pero existente, y con bebés no hay que jugársela. A las 14:00 nos daríamos la vuelta estuviéramos donde estuviéramos.

Y el tiempo pasó…, y nosotros llegamos a unos 2.300 metros de altura. a mitad de camino vamos…, así que nos paramos, comimos y recogimos el chiringo. Iria en mis hombros siempre es feliz, pero recordad que en el momento que quiera bajar hay que bajarla a que corretee (excepto si las circunstancias exigen no bajarla, por falta de tiempo, mal clima, o lo que sea), eso sí, deberéis encontrar un sitio para parar cuanto antes, antes de que se enfaden más vuestros hijos, y acaben asimilando el montar en la mochila con ser un fastidio. Evitad eso.

La tía Ana, con el pico «Santa Ana» a sus espaldas.

De vuelta nos encontramos con el abuelo testarudo…, que quería subir hasta arriba. Hizo caso omiso de nuestras indicaciones y tiró para adelante. Le esperamos en las tiendas. Bajó sano y salvo, ya que como era menester, no cayeron ni 5 rayos, ni 6 truenos.

Una cena, una cervecita con unos chavales muy majos en la puerta del refugio y a la cama.

15 de Agosto de 2017:

Y volvimos con una niebla que no se veía más de 5 metros. Mola. Se le pone la capota a la mochila del bebé y tirando millas. Iria durmiendo, como no…, y nosotros empapados. No hace falta que diga que en terrenos resbaladizo, deberemos extremar las precauciones con nuestro bebé.

Volvimos por el camino que va a Collado Pandébano, para hacer una ruta circular más bonita y amena. Es un descenso más seguro por este lado (es la ruta normal al Urriellu) que por donde subimos.

Con dolor en los pies. Ignacio con dolor en los riñones, ya que se dio un costalazo con un resbalón (no lleva bastones), llegamos con más gloria que pena de vuelta al coche en Puente Poncebos.

Y de allí a Arenas de Cabrales, donde por 13 € nos comimos un cachopo cada uno que vaya tela…, todo un regalo de nuestra madre tierra, y que debemos estar agradecidos al mundo, a Papa sol y a mamá tierra por regalarnos estas cosas…

Sin duda, la ascensión a la base del Naranjo de Bulnes es una actividad muy recomendable para hacer con vuestros hijos. Si no tenéis claro el dormir en tienda de campaña, siempre podéis dormir en el refugio (no olvidéis reservar), o volver de nuevo a los coches haciendo la ruta en el día.

…Poco a poco el Urriellu desapareció en la niebla, despidiéndose de nosotros hasta más ver…

Cuerda larga, (7 meses).

¿Qué mejor manera que despedir el año con nuestra pequeña de 7 meses, que haciendo varias de las 9 cimas por encima de los 2.000 metros de nuestra querida sierra de Guadarrama, un día frío de invierno?

Sí, no es ningún problema, si las cosas se hacen bien, los enanos son capaces de aguantar eso, encima disfrutando como enanos y mucho más…

Recordad que todas las claves para vuestros viajes con bebés a la nieve las tenéis en el menú de la izquierda, en la página de entrada principal.

LA EXCURSIÓN

En esta ocasión vino también Alberto, (hermano de Laura y tío de Iria). Fue muy divertido. En bus hasta el Puerto de Navacerrada bien temprano y de ahí andando por el camino principal de la cuerda larga haciendo cimas en Bola del Mundo, Valdemartín y en Cabezas de hierro mayor y menor. Después bajamos andando hasta Manzanares el Real atravesando la Pedriza. Unos 25 kilómetros muy ricos cargando con Iria en la espalda…

Los 4 en la cuerda larga de la sierra de Guadarrama

En Manzanares, descubrimos que el último bus pasó a las 21:00…

Un conductor de un bus que estaba fuera de servicio, muy majete nos llevó a Colmenar de estrangis más o menos a las 22:00, pero allí, el bus a Madrid no salía hasta las 00:45. Así pues,nos tocaba esperar. Ni que decir tiene que no había nadie por las calles de este pueblo ya que todo el mundo estaba en sus cenas familiares para despedir el año.

Nosotros hicimos nueva familia y pasamos las uvas en un chino de Colmenar viejo bebiendo cerveza y comiendo gusanitos. Sin duda de las mejores noche viejas del mundo. A las 3:00 llegamos a nuestras casas. Iria durmiendo desde las 23:00.

Desde luego mucho mejor que estar de botellón por ahí y con iria durmiendo en casa aburrida…, ¡hay que salir al campo!

No había mucha nieve, aunque las caras norte estaban bien cargadas. Tampoco hizo mucho frío, aunque a últimas horas ya de noche sí. Usad crampones y recordad ir bien abrigados, especialmente vuestros hijos.

Tielmes – Teruel – 300km, (1 año y 6 meses).

Nuestro primer viaje con Iria.18 meses tiene ya. Nosotros tenemos remolque de bebé nuevo, a estrenar que hemos comprado en esta web: …………. No tiene mala pinta, con su maletero y sus bolsillos. Además, parece que aguanta bien y es rígido.

Los días que nos restan prometen ser fríos, ya que ha entrado una ola de frío típica de estas fechas del Norte, y está congelando media España. Además, no vamos precisamente al Sur…, si no que vamos a Teruel, provincia más fría de toda España, pasando por Guadalajara, otra que tal baila. El origen, nuestro pueblo, Tielmes (Madrid). Nos esperan 300 km. que intentaremos hacer en 3 días, unos 100 al día, aunque con el frío y las pocas horas de luz, lo vemos difícil. Si no se puede, pues en los días que sean.

Recordad que podéis leer las claves de viajes en bicicleta cortos en la página de entrada en el menú de la izquierda.

Día 1: 4 de Diciembre de 2017

Tielmes (Madrid) – Archilla (Guadalajara), 70 km.

Comenzamos el viaje. El remolque de bebé lo llevaré yo (Luis), y Laura llevará las alforjas con comida, ropa, tienda de campaña, etc… Es importante saber dosificar el peso, tanto por el cansancio como por el tema de la carga en las ruedas de las bicis. Todos los consejos, podéis verlos en la página de entrada, en el menú de la izquierda.
Salimos a las 11:00 con la tontería, al menos pega el sol…, aún así, hay alguna placas de hielo ya deshecho en las zonas de sombra. Vamos despacio, viento en contra, frío, hoy es todo subida. Un rollo. Iria se duerme a los 10 minutos, jeje, imaginamos que todos los bebés se dormirían igualmente temprano, ya que el continuo traqueteo de la bicicleta y el estar rodeado de plumas (ella va rodeada con un par de plumíferos) es algo que ni un bebé hiper activo podría soportar.

En este tipo de viaje, el agua no es problema, y menos en España, que hay fuentes en todos los pueblos. Estamos remontando el río Tajuña, por lo que casi todos los pueblos tienen nombre acabado en «De Tajuña». Parada larga para comer. Cocinando y tal. El resto de paradas deben ser cortas, para ir al baño, beber agua, ver el paisaje, ver la carretera a seguir…, etc…

Al final, el bebé también quiere parte del protagonismo, por lo que, de vez en cuando se cansará, llorará, estará harto de estar sentado y querrá correr. Normal. Sin problemas, se para, se le baja, y a correr por el monte.

Con estas se nos hizo de noche, y cuando el sol desapareció, el frío no tardó en llegar. Iria, dentro de su remolque ni gota de aire ni frío (se empañaba el plástico que la protege del viento), y nosotros nos pusimos a pensar un pueblo para dormir. No nos apetecía subir las cuestas que hay para subir a los que están fuera del valle del Tajuña, así que nos decidimos por uno

que había 10 km. adelante, Archilla, y que está cerca del río. Unos pocos kilómetros más, y llegamos.

 

 

Y lo de siempre, buscar un sitio para dormir. Lo primero fue ir a la fuente, resulta que el agua de aquí no se puede beber…, ya es mala pata. Así que a buscar vecinos. Había una luz en una casa (no había más luces), y allí que llamamos, pero no nos oían, y el timbre no funcionaba. La iglesia estaba al lado. Recordad que por lo general los mejores sitios para dormir en

 

los pueblos son los pórticos de la iglesia, y en este pueblo no era una excepción. Plantamos la tienda y nos ponemos a cocinar. 3 minutos después, ya con todo montado, salen los vecinos de la casa con luz y nos ven ahí tirados, jeje. Fueron muy amables y nos acogieron en la Carnicería del pueblo (que no había carne, solamente la habitación, con muuuucha agua). Total que desmontamos el chiringuito, y lo volvimos a montar dentro. La temperatura, unos 3 bajo cero. Nuestra hija…, perfectamente, y seguro que vuestros hijos también lo estarían.

Día 2: 5 de Diciembre de 2017

Archilla (Guadalajara) – Torremocha del Campo (Guadalajara), 63 km.

Nos levantamos en la Carnicería, jeje. Hemos dormido genial. Además, los vecinos nos dieron un calefactor, gente majísima. Os recomendamos ir al pueblo a visitarlo, claro que sí. Son las 8:30 y la cafetería de enfrente no tiene pinta de que vayan a abrir, de hecho, luego nos dijeron los vecinos que hasta las 11:00 no abrían. -7ºC. Menuda pelana. Los coches están todos con los cristales helados, normal. No tardamos mucho en desmontar, y tras dejarles una nota, continuamos el camino. A ver hasta donde llegamos…

Ayer queríamos haber llegado a Brihuega, para hacer el viaje en tres días, pero ya sabemos que va a ser difícil recuperar los kilómetros. Hemos madrugado para intentarlo, pero nos sale el tiro por la culata. Hace mucho frío. El viento que hace al montar en bici no podemos aguantarlo (Si vais a hacer viajes en invierno recordad llevar neoprenos para los pies, y buenos guantes para las manos, además de ropa corta viento), no hagáis como nosotros que vamos con nuestras zapatillas Asics, jeje. Eso sí, Iria ya está sobando…Total, que paramos una hora en una cuneta para que el sol se levante un poco. Hasta las señales de tráfico están congeladas. Iria ni se enteró que habíamos parado, no se despertó hasta una hora después. Mola viajar en bici con bebés.

Un rato después, y más calientes, continuamos hasta Brihuega. Son las 11:00, 10 km. en 3 horas, hubiéramos avanzado más andando, jeje. Brihuega es muy bonito, y tiene un parque genial. Iria disfrutó como un bebé dando patadas a las hojas caídas de los plátanos de sombra en la plaza del pueblo.

Tras Brihuega, toca subir a la meseta, donde los rayos del sol son más potentes y nos alegran el día. Aquí, Laura se puso la primera, y yo a chupar rueda, no bajamos de 20 km./h, cuando hasta ahora, raro era subir de 10…, el llano es lo que tiene. Total, que en un rato llegamos al lugar de comer, al área 103 de la autovía A2. No se come mal, aunque caro. Los encargados muy amables, dejándonos atar las bicis al lado de donde comimos, así pues las vigilamos desde la mesa.
Acordaros de dejar que el bebé corra y ande en cada parada, notaréis que les viene muy bien.

Después a la A2, a todo trapo. Lejos de ser peligroso, como todo el mundo cree, el ir por la autovía, es todo lo contrario. El arcén es enorme, y por lo general, la carretera siempre esta bien cuidada. Unos kilómetros más adelante llegamos a Algora, y se nos hizo de noche. Decidimos continuar por un camino de arena unos 7 kilómetros más hasta llegar a Torremocha, ya que Laura no quería ir de noche por la autovía. 1 hora después llegamos. Hoy la temperatura bajará a -9ºC y decidimos dormir en un hotel. Nos quedamos en uno por 45€.

Día 3: 6 de Diciembre de 2017

Torremocha del Campo (Guadalajara) – Molina de Aragón (Guadalajara), 79 km.

Hemos dormido bien. Es lo que tiene pagar, si bien, se dormiría exactamente igual en la tienda. No hay nada que 3 sacos de plumas no puedan hacer realidad. Desayunamos en el bar del hotel. Conocimos a 2 viajeros de caravana con su bebé. Iban a Albarracín, muy majetes, y les comentamos el viaje. Yo creo que volverán a animarse a coger las bicis con su hijo.

Los pueblos van pasando. La España fría nos da la bienvenida en cada pueblo. Alcolea, Maranchón…, muchos. La misma rutina siempre. Hoy ha ido Laura la primera casi todo el tiempo. Ella lleva unos 10 kilos de peso si llega, y yo unos 25 así a ojo. Se nota…, pero mola, y merece la pena.

Ocurrió una cosa muy divertida. En medio de una subida nos paró la guardia civil y nos entregó a Mateo, el peluche de Iria, y es que, como la hemos destapado para que no se cueza ahí dentro, la muy…, va tirando cosas por la borda, jaja.

Iria, como siempre, muy bien. Ya estamos pensando en hacer otro viaje de más kilómetros.

Cuando ya estamos cerca de Molina se nos hace de noche y lo de siempre, sacamos luces, ponemos abrigo y a seguir.

No nos lo pensamos mucho y nos quedamos en otro hotel por 50€. Hoy nos han dicho que la temperatura va a bajar a -11ºC…, me río yo de los noruegos…

Día 4: 7 de Diciembre de 2017

Molina de Aragón (Guadalajara) – Teruel (Teruel), 100km.

Última etapa del día. No sabíamos si llegaríamos hoy o tendríamos que hacer una noche más. Finalmente y con el ímpetu, y el deseo de ver a la familia, este día hicimos los justos 100 km. que separan Molina de Aragón de Teruel. Hoy casi todo cuesta abajo, con algún llano subida muy ligero. Nos dio igual…, fuimos 3 horas de noche. Pero muy orgullosos.

Es importante no pensar sólo en el bebé, él va en el remolque a su bola, y pensar también en vosotros. De esta forma el cansancio psicológico, que es el más importante desaparece como por arte de magia.

En Teruel nos esperaba la familia con buena comida, que engullimos sin pensar. Estuvimos 2 días descansando y dando rulos andando, recordad que el seguir haciendo ejercicio físico es necesario para recuperar bien, y volvimos a Madrid en autobús. No tuvimos ningún problema para meter el carrito. Las bicis las dejamos en casa de nuestros tíos, Suele ser unos 10€ el meter una bici.

Espero que hayáis disfrutado y os animéis. Si nosotros seguimos vivos, e Iria cada día más contenta, después de este viaje helador…, qué no aguantará un bebé…

Iria no aguantó más y se durmió en el hombro de su primo Daniel mientras dábamos una vuelta por Teruel para descansar…

Vía «Valentina» al Yelmo, (11 meses).

¿Qué mejor manera que celebrar el bautizo en escalada de nuestra pequeña, que ascendiendo esta preciosa vía de escalada? Iria tiene ya 11 meses, y si bien hemos ido a escalar bastantes veces con ella, aún no ha ascendido por ninguna vía. Hoy era el día.

La vía «Valentina» al «Yelmo». Una vía mítica en uno de los riscos más emblemáticos y con historia de nuestra querida «Pedriza».
En esta ocasión fuimos 4 personas, Iria (nuestro bebé), nuestro amigo Raúl, Laura y yo, Luis.

LA ESCALADA:

Es imprescindible conocer perfectamente las técnicas de escalada y aseguramiento. Iria bien atada en su mochila porta bebé durante la ascensión, asegurándonos que no se mueve (y mucho menos levantarse o salirse) de la mochila. Antes de meter a nuestro bebé dentro de la mochila, encordarnos todos y tener todo preparado para la escalada. Al bebé le meteremos en el último momento. El bebé lo llevará siempre la persona que mejor escale del grupo. Primero subió nuestro amigo Raúl, y aseguramos el primer tramo, que es el más difícil. Después Laura, y por último yo con Iria. Tras este primer paso hay una pradera pequeña muy bonita donde estuvimos comiendo. El resto de la escalada es más sencillo, pero lo haremos siempre asegurados. Nosotros escalamos la ruta en el mismo orden, primero Raúl, luego Laura y después yo con el bebé.

 

Teníamos nuestras dudas sobre cómo se sentiría Iria durante la escalada, pero la verdad es que estuvo encantada y disfrutó como lo que es, una enana.

En la cima nos reunimos unas cuantas personas, algunos escaladores con sus parafernalias, y muchos senderistas que suben por la ruta normal de la cara norte, una chimenea muy estrecha por la que difícilmente entraría la mochila de Iria. Todo el mundo encantado de ver un bebé en la cima de esta montaña, algo no muy común hoy en día, pero que si se hace con seguridad, es una gran actividad que recomendamos a todos los padres que estén preparados.

El descenso por la misma ruta, también asegurando todos los pasos delicados, por fáciles que nos parezcan.
Ya en la pradera disfrutamos de una buena y merecida merienda y una mejor siesta. Además, Iria no pudo contenerse y «abrió» un bloque escalando (más bien arrastrándose) en una de las muchas rocas esparcidas cerca de la fuente.
Un gran día, con una gran actividad que os recomendamos.

NOTA FINAL: La escalada es un deporte de riesgo, por ello, es muy importante y necesario saber que si se quiere subir por esta vía hay que conocer perfectamente las técnicas de escalada y su aseguramiento. Si no se conocen, deben abstenerse de subir por aquí, y en su lugar hacerlo por la ruta normal en la chimenea de la cara Norte, con cuidado. También se pueden contratar los servicios de un guía de escalada titulado.

FICHA TÉCNICA:

Situación: En el parque natural de la Sierra de Guadarrama se encuentra «La Pedriza», conjunto granítico de origen plutónico de gran interés. El risco del Yelmo se encuentra en la llamada Pedriza anterior y la vía Valentina está a la izquierda de su cara Sur, y de nuevo a la izquierda de una placa adosada en su muro conocida como el «Gendarme de la Walkiria». La vía de escalada comienza en un diedro de unos 10 metros muy evidente.
Aproximación: Desde el inicio de la «Senda Maeso», situada en lo más alto de Manzanares, en los chalets hasta pie de vía se suele tardar entre una hora y una hora y media. Nosotros tardamos 2 horas y media por ir sin prisas y parando varias veces con Iria. También podemos subir a la base del Yelmo desde Canto Cochino, o desde El Tranco, siguiendo las indicaciones de PR. (Amarillas y blancas). Desde ambos sitios, el tiempo es el mismo, desde 1 hora y media hasta 2 horas y media, en función de la prisa que os deis…

Dificultad máxima: III grado de escalada. Tened en cuenta que la vía no tiene seguros fijos.
Material: El normal para una escalada de este tipo. Nosotros fuimos con una cuerda de 60 metros de deportiva, aunque con una de 30 es suficiente. Cintas planas y cordinos para asegurar los pasos, pies de gato, y casco.
Tiempo de escalada: Según la experiencia, prisas que haya y rapidez que se tenga, desde una hora hasta dos horas. El descenso en una hora por la misma ruta.

Córcega GR-20, (1 año y 2 meses).

Hay mucha información sobre el GR 20 en varios medios. Lo normal es hacerlo de Norte a Sur, pero nosotros, por economía, ya sabéis que solemos viajar con lo mínimo, decidimos hacerlo al revés. El Ferry nos llevó desde «Toulon» a «Porto Vecchio». Desde allí, en unas 10-15 etapas se llega al norte de la isla, a Calenzana. Toda la isla es impresionante. Nos gustó mucho y queda pendiente volver para terminar el GR 20 completamente, ya que sólo nos dio tiempo a hacer la mitad, unos 90 km. del total del GR, que son cerca de 200. Lo tienen muy bien organizado, y más si vais con niños pequeños y queréis iniciaros en viajes de varios días con vuestros bebés. Eso sí, hay que estar bien físicamente, ya que es un GR muy exigente con más de 20.000 m, de desnivel acumulado.
Los refugios están estratégicamente colocados, y disponen de agua en todos lados. La comida quizás sí sea más difícil de conseguir, por lo que tendréis que cargar con ella, o gastaros el dinero en los refugios. He de decir que nosotros no dormimos en ningún refugio, y plantábamos la tienda por ahí, sin molestar, fuera de los caminos, algo que actualmente, si no me equivoco esta prohibido. El único problema que tuvimos fue un par de días que había garrapatas, y alguna se nos enganchó. Laura solía cargar con Iria y sus cosas, y yo con la comida, el agua, sacos, tienda…, en fin que cada uno llevábamos unos 15 o 20 kilos, por lo que si queréis hacerlo, tendréis que estar más o menos fuertes, y no fumar…, (o llevar mazo cajetillas de tabaco, ya que no podréis comprar en ningún sitio, jeje).

Fuimos un poco más lentos que la mayoría de la gente, pero la ocasión lo merece, impresionante este camino, ¿Para qué correr?. Tras 7 días andando nos desviamos a por comida a un pueblecito de las montañas y descubrimos que había un torneazo de ajedrez, cambio de planes, obviamente lo jugamos, había mucho nivel, con mogollón de maestros, un nivelazo. Después continuamos andando hasta Vizzavona, más o menos la mitad del GR 20, donde cogimos un tren para Baschia. Nos quedaban 5 días, y queríamos visitar las playas de esta hermosa isla. Si las montañas nos parecieron exquisitas, las playas del Norte son también un pepino, de arenas blancas y aguas cristalinas. Hay un camino que lo recorre entero, bastante peor señalizado que el GR 20, pero imposible perderse, es seguir el camino de la línea de costa. Todo calas preciosas.
Los corsos son gente muy amable y simpatica que adoran a los críos. Nos ayudaron muchísimo, sobre todo en el pueblo de ………., donde fuimos muy bien acogidos, y gracias a ellos pudimos participar en un torneo de ajedrez donde participaron jugadores de reconocido prestigio a nivel mundial.
CONCLUSIÓN:
Sin duda una gran actividad que recomendamos a todo el mundo, familias o no, pero con un nivel físico a corde a la exigencia de este GR. No tendréis problema en nada si dormís y coméis en los refugios (todos disponen de cocina para que calentéis los biberones a vuestros enanos). Si preferís llevar vuestra comida, ahorrando así algo de gasto, deberéis cargar con algo más de peso, estar un poco más «fuertes».
Una opción muy buena para nosotros, las familias, es dormir en las tiendas de campaña de las que disponen los refugios. En lugar de dormir dentro, (por si los hijos se despiertan a mitad de noche molestando al personal), hay una zona habilitada con mogollón de tiendas ya colocadas al rededor que se alquilan, a un precio bastante más asequible que los refugios. Así evitáis cargar con la tienda…
Si queréis más consejos sobre como organizaros para viajes de varios dias con bebés, consultar nuestros consejos en esta misma página.
A continuación una selección de fotos de los mejores momentos.

Iria en el ferry.
En el comienzo del GR 20
Primer día, paisajes increíbles.
Primera noche. Garrapatas incluídas
Segundo día, mejor que el anterior… aún.
Una habitación con vistas.
¡Andando!
Mamá, quiero aprender a leer un mapa.
Grandes vistas a 2.000 metros.
Aún mejores vistas
Gran atardecer con vistas a toda la isla.
Charcas preciosas donde refrescarte
Iria bailando en …
Codeándonos con los mejores ajedrecistas del mundo. En la imagen, GM Zhigalko, y GM Krasenkow
Grandes vivacs bajo miles de estrellas
El entorno dispone si sabes mirar.
Bonitas vistas a diario y en todo momento.
Este no me lo comí…
Último día en las montañas
Primer día de playa. Córcega increíble.
Impresionantes playas.
Último día en la isla este año.