Archivo de la etiqueta: nieve

Laguna grande de Peñalara, (dos meses para su nacimiento).

Primera de nuestras aventuras con nuestro bebé que publicamos aquí. Iria aún no ha nacido, tiene unos 7 meses de «vida» dentro de la tripa de Laura. La cuenta atrás para que nuestra hija comience a tener fresco en las salidas, fuera de la seguridad y el calor de la barriga de su mamá pronto llegará a su fin.

¿Qué queremos deciros con esto?. El embarazo es una etapa más que no debería hacernos parar en nuestras actividades montañeras. Ánimo, y ¡sal al monte con tus hijos!.
Esta excursión es sencilla, apenas unos 300 o 400 metros de desnivel, por camino bien marcado, desde el Puerto de Cotos hasta la laguna. Más o menos una hora de camino. Muy buena para personas que no estén muy acostumbradas a andar, «principiantes», por llamarlo de alguna manera y perfecta para hacer con críos de todas las edades.

Hoy es 5 de Marzo de 2016, y la previsión no era muy buena, unos -5 grados de temperatura, y un viento con rachas de hasta 70 km/h en las cimas. Bastante nieve aún, pero nada que unos buenos crampones y una chupa adecuada no arreglen. La tripa bien tapadita para que el bebé no se mueva mucho y tirando millas. Entre otras cosas, no olvidéis unos buenos guantes, un buen gorro y unas buenas gafas de ventisca si vais a hacer esta, u otra excursión parecida en invierno por terreno nevado, incluso si la predicción es de buen tiempo. Y lo que es más importante, un par de buenos bocatas y agua, mucha agua.

Pico Ocejón (2.046m.) (1 año y 9 meses).

24 de Febrero de 2018. Este año esta siendo muy bueno en nieves. Media España esta congelada y blanco colorida. En muchos puntos de la península, tenemos más de 2 metros de nieve. Para lo poco que llovió en Otoño, esto lo esta compensando con creces. Iria tiene ya 21 meses, y esta excursión pondrá a prueba sus defensas al frío.
El Pico Ocejón se encuentra en la provincia de Guadalajara, alzándose con sus 2.048 metros sobre la meseta castellana, situada unos cuantos kilómetros al sur del macizo del pico del lobo. Es una montaña con mucha prominencia, y su ascenso da mucha satisfacción ya que al ser una montaña aislada, da sensación de ascender una gran cima.

Varias son las alternativas para llegar a su cumbre. Nosotros, tras mirar varias opciones por internet, nos decantamos por ascender desde el pueblo de Valverde de los Arroyos. Esta ruta bordea desde el Este la montaña, dirección norte, llegando a la cima por el Oeste. Es una ruta más larga que subir directos desde el pueblo de Majaelrayo, pero sin duda más bonita, ya que además de dar más vuelta y ver más cosas, se vislumbran las chorreras de Despeñalagua, unas cascadas escalonadas preciosas, que se encontraban medio congeladas.
Bastante nieve nos encontramos. Desde los 1.600 metros, el manto nivoso era continuo, y algunas placas de hielo se encontraban diseminadas por el camino. Día soleado, pero muy frío, ya que en ningún momento superamos los 0ºC. Aún así, la radiación solar aumentaba bastante la sensación térmica, por lo que solamente nos pusimos el plumas en la cima. Poco viento…, día estupendo.
Iria, se lo pasó muy bien. Al principio en la mochila, y luego como no puede ser de otra manera, andando unos cientos de metros. Mucha gente se asombraba al ver un bebé en la montaña nevada, pero verlo con esas gafas alegra el corazón a cualquiera. La mitad del camino sobando, como siempre. En la cima, varias personas fueron saludadas por la enana, que no para de saludar y despedirse de todo el mundo…

La vuelta por el mismo camino. Nos sorprendió gratamente que Iria quería andar todo el rato. Calculamos que estuvo andando cuesta abajo 1 kilómetro y medio, desde una especie de mirador de las chorreras hasta el mismo pueblo. Se cayó 40 veces, lloró 4, y 1 estuvo a punto de romperse los piños, y es que eso es lo que tiene bajar por los caminos llenos de piedras. Por supuesto, hay que estar atentos, y evitar las zonas más peligrosas para el bebé. Recordad que no sólo es bueno que vuestro bebé se caiga al suelo, si no deseable, ya que de esta forma se dará cuenta que no es para tanto, y que comer tierra alguna vez nos hará bien en el futuro.